Se cumplen ya trece años desde que iniciamos la construcción de un dispensario médico en la zona de Todonyang, en Turkana (Kenia), con el fin de ofrecer atención sanitaria básica a las tribus que habitan este enclave cercano a la frontera con Etiopía.
Hasta entonces, los habitantes de esta zona se encontraban en una situación de gran desamparo. Cuando necesitaban ayuda médica, debían recorrer a pie los treinta kilómetros que los separaban del dispensario más cercano. El hospital más próximo se encuentra en Lodwar, la capital del distrito, a más de doscientos kilómetros de distancia.
En una región que apenas cuenta con carreteras o redes de transporte, esta situación obligaba a la mayoría de los enfermos a permanecer en sus casas, recurriendo a menudo a remedios tradicionales que, cuando no resultaban perjudiciales, eran completamente inefectivos.
Casi 10.000 pacientes en 2019
Por este motivo, desde su apertura nuestro dispensario ha mejorado notablemente la salud de la población local y así lo demuestran las cifras del pasado año, que rozan los 10.000 pacientes atendidos. Según los responsables del centro médico, de los 9.460 pacientes que acudieron a este centro de salud, un total de 579 fueron menores de cinco años.
Los principales servicios que ofreció el dispensario durante 2019 fueron atención prenatal y al parto, vacunación e inmunización, y tratamiento de la meningitis y la polio. Asimismo se llevaron a cabo un total de veinte traslados a hospitales de la zona, en las ocasiones en que se presentaron casos graves que requerían de una atención médica más especializada.