Cuánto dura el duelo: ¿De verdad el tiempo lo cura todo?

Sara Losantos, psicóloga de FMLC

 

Todos disponemos de mapas de la realidad, creados por nosotros mismos para adaptarnos al mundo en el que vivimos. Se trata de creencias concretas sobre la vida, que asumimos como ciertas y que nos permiten dar sentido a lo que nos sucede.

Estos esquemas que tenemos de la realidad son atajos que nos permiten tomar decisiones de manera más ágil. De otro modo, si tuviéramos que conocer todos los datos acerca de una realidad concreta para poder tomar una decisión, eso nos ralentizaría y bloquearía nuestras acciones de manera fulminante.

Así pues, contar con dichos mapas de la realidad -aunque a veces no se correspondan enteramente con ella- es positivo y nos facilita la vida. Lo que ocurre es que, igual que unas veces agilizan nuestra toma de decisiones, en otras ocasiones nos hacen cometer errores. Esto es así en todos los ámbitos de la realidad (conocer a alguien nuevo, empezar a trabajar…) incluido el proceso de duelo.

Falsas creencias sobre el duelo

Algunas de estas ideas o creencias acerca del duelo, muy extendidas culturalmente, pueden dificultar la resolución del mismo, ya sea porque lo intensifican o lo alargan. Hoy examinaremos alguna de esas creencias, para poder cuestionarlas y analizar su validez, con el único propósito de evitar bloqueos en un proceso que está llamado a resolverse de una manera casi espontánea.

Éstas son algunas de las ideas o creencias erróneas más comunes sobre el duelo:

• • “El tiempo lo cura todo”.
• • “Hay que ser fuerte”.
• • “Si no lo superas, no dejas descansar al fallecido”.
• • “Los que estamos aquí necesitamos que estés bien”.
• • “Él/ella no querría verte así”.
• • “Es mejor no pensarlo”.

Hoy profundizaremos en la primera de ellas: “El tiempo lo cura todo”. Se trata de una de las creencias másextendidas y es habitual escucharla al menos una vez en la vida: el paso del tiempo como solución o remedio frente al dolor.

El tiempo no cura el duelo

Esta idea, como la mayoría de las ideas irracionales, tiene una parte verdadera y una parte claramente falsa. Sobre al aspecto verdadero, es cierto que el tiempo pone distancia frente al suceso doloroso–en este caso, frente a la muerte del ser querido-, lo que ayuda a relativizar y a mitigar el dolor que produce la pérdida.

Sin embargo, no es suficiente en sí mismo para que un duelo se resuelva o, al menos, no lo es en la mayoría de los casos. Asumir que el tiempo lo cura todo implica que el doliente es alguien pasivo, que sólo tiene que esperar a que transcurran los años para sentirse mejor. En Psicología, sin embargo, trabajamos con la premisa de que no es el tiempo el que cura todo, sino lo que uno haga con su tiempo.

Esta modificación de la idea original transforma al doliente en alguien activo y, por tanto, capaz de hacer algo que mitigue su dolor y de tomar decisiones que lo alivien. Permitir que la persona dirija su propio proceso terapéutico es, en sí mismo, liberador.

La duración del duelo

Hay que tener en cuenta que no tenemos ningún dominio sobre la muerte de nuestros seres queridos. La muerte no pide permiso, por lo que es natural que una persona en duelo se sienta vulnerable, impotente ante la falta de control que implica la pérdida. Por esta razón, explicarles que el duelo es un proceso en el que uno ha de tomar decisiones les permite retomar el control de sus vidas, y en este caso concreto, de su dolor.

Dentro de las tareas del duelo que define Worden, la tarea que bloquearía esta falsa creencia sería la tercera: aprender a vivir en un mundo en el que el fallecido ya no está presente. Esto se debe a que la idea de que el tiempo lo cura todo, adoptada en su expresión más extrema y rígida, invita al doliente a abandonarse, a aguantar, a esperar, impidiéndole retomar el contacto con la vida hasta que el tiempo pase.

En conclusión, la idea que queremos transmitir hoy es que debemos ser críticos con las creencias sobre el duelo que hemos asumido como ciertas durante toda la vida. Hemos de ser capaces de analizarlas o cuestionarlas, tomando de ellas lo que sea útil y desechando lo que no. Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda gratuita, no dude en consultar nuestra página web: www. fundacionmlc.org