Tras la intensa recogida de alimentos llevada a cabo los pasados días 10 y 11 de noviembre, hemos logrado reunir un total de 5.596 kg de productos no perecederos en supermercados de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, una cifra excepcional dadas las difíciles fechas en las que se ha convocado este año nuestra campaña «Alimentos para Malaui».
“Estamos muy satisfechos con el resultado de esta campaña ya que, a pesar de haberla organizado en un fin de semana de puente, hemos duplicado la cifra de alimentos recibidos tanto en el centro comercial La Viña como en el supermercado Makro de Alcobendas”, cuenta Ana Alcocer, gerente de FMLC.
En la lista de productos no perecederos que se solicitaban este año había algunos nuevos, como las galletas o el azúcar, que en Malaui son casi imposibles de conseguir. Aunque, como ya ocurrió en pasadas ediciones, los alimentos más donados han vuelto a ser las legumbres, la pasta, el arroz, el aceite y las conservas de carne y pescado, que permitirán enriquecer durante nueve meses la dieta de 200 niños que asisten a los centros materno-infantiles coordinados por la parroquia de Benga en esta localidad y en las comunidades de Mlambe y Chikowa.
Atención a los menores y ancianos de Benga
“En Malaui existe un problema muy grave de absentismo escolar que, según hemos podido comprobar en todos nuestros proyectos, se reduce mucho cuando proporcionamos comida a los niños en los colegios. Esto motiva a los padres a traer a sus hijos a clase y a fomentar su asistencia diaria. Por todo ello, la campaña “Alimentos para Malaui” tiene un doble efecto en Benga: cuida la nutrición de los niños y, por tanto, su salud; pero también contribuye a mejorar su educación”, asegura Ana Alcocer.
Un porcentaje de estos productos también se distribuirá entre 90 ancianos sin recursos que asiste esta parroquia en el área de Mthasewe. “Además, hemos recogido una gran cantidad de leche en polvo, papilla y cereales deshidratados”, informa la gerente de FMLC. “Una parte es leche de continuación que se repartirá entre 57 familias con menores lactantes, cuyas madres no tienen leche a causa de la desnutrición y, por lo tanto, no pueden darles el pecho”.
Los más vulnerables a la malnutrición
Con una población estimada de 14 millones de habitantes, Malaui es uno de los países más pobres de África. El 26% de la población sufre malnutrición, mientras que un 37% de los niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica y retraso en el crecimiento. La situación afecta en especial a las zonas rurales, donde la gente carece de dinero para comprar productos básicos como el maíz y depende casi exclusivamente de lo que cultiva para alimentarse. “Eso deja a los ancianos sin familia en una situación de vulnerabilidad extrema, ya que no tienen apenas fuerzas para labrar sus tierras”, explica Ana Alcocer.
Este mes de noviembre termina la estación seca en Malaui y comienza la época de lluvias, un periodo en el que se agrava la hambruna tras agotarse las escasas reservas de grano, ya que las familias no disponen de alimentos hasta la siguiente cosecha. Por eso, es en estos meses cuando los alimentos enviados desde España tienen una importancia crucial para la supervivencia de los colectivos más pobres de Benga.