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Duelo infantil: Cuando un niño pierde a un ser querido en verano

Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC

 

El verano es una época en la que los niños tienen aproximadamente tres meses para hacer muchas cosas. Es común que acudan a campamentos urbanos, o campamentos situados fuera de su lugar de residencia habitual. O que se vayan de vacaciones con su familia, que salgan más, o que tengan mucho más trato con sus iguales y con su familia extensa.

En verano también es habitual que se produzcan fallecimientos, algunos esperados y otros más inesperados. Las estadísticas indican que es una época en la que mueren más ancianos. Esto se debe a que sus patologías se agravan por el calor y a que aumenta el número de desplazamientos. Por eso, también es común que haya niños y adolescentes que atraviesan un duelo en verano.

Entre las muertes más habituales que nos encontramos tras el la época estival, o durante la misma, está: la pérdida de un abuelo por un agravamiento de su estado de salud, la pérdida de un progenitor de manera súbita o tras un periodo de enfermedad; o la muerte de un compañero o profesor del colegio.

La vuelta al cole de un menor en duelo

Reincorporarse al colegio tras haber sufrido una pérdida puede ser complicado para un niño o adolescente. Ya sea porque la situación es nueva, porque es inesperada, porque ha provocado muchos cambios, o porque el fallecimiento no se ha comunicado al centro educativo. Así que os vamos a dar algunas pistas que pueden facilitar esa situación:

  1. Hay que comunicar al centro educativo el fallecimiento del familiar de un alumno -o la muerte de un estudiante- y en especial a los profesores más implicados con él. Así, cuando el alumno tenga que incorporarse, se podrá facilitar la situación y comunicar la noticia a sus compañeros si fuera necesario.

  2. Informar a los padres de los alumnos de la muerte de cualquier profesor del centro: Si fallece un educador, es importante que los alumnos se enteren por sus familiares y no de manera imprevista el día de su incorporación, para que puedan ir ajustando las expectativas escolares con respecto a dicho profesor. No es conveniente dejar que circulen los rumores o que sean los menores quienes descubran por sí mismos la situación.

  3. Si quien ha fallecido es un alumno, es importante que estén avisados tanto sus compañeros como sus familias: Si es posible, hay que comunicárselo durante el verano, a través del AMPA, de contactos de padres encargados, etc. También es muy importante que haya una vía de acceso fácil por si los niños o adolescentes quieren transmitir sus condolencias o muestras de cariño.

  4. Si hay posibilidad de asistir a los rituales de despedida (tanatorio, funeral), sería conveniente que la comunidad educativa estuviera avisada.

  5. Es importante acoger al niño al reincorporarse al colegio: preguntarle qué tal está, si necesita algo y facilitar su retorno al aula, como hemos comentado en artículos anteriores.

  6. Conviene mantener el contacto con las familias de los niños dolientes para minimizar los cambios: Se hace indispensable orientarles en las nuevas rutinas, facilitarles material para trabajar en casa, darles información relevante sobre el proceso de duelo y qué cosas lo facilitan o lo dificultan.

  7. No hay que ocultar las muertes significativas ni camuflarlas con mentiras: Si se ha muerto un profe o un compañero, es preferible comunicarlo en lugar de “maquillar” la verdad, diciendo que se ha cambiado de colegio, por ejemplo.

  8. En caso de duda, siempre es mejor recurrir a la opinión de un profesional, que podrá orientarnos o darnos claves para trabajar ese aspecto de la mejor manera posible.

Atender el duelo de los hijos

Aunque no tiene por qué darse ninguna de estas situaciones, es cierto que nos la podemos encontrar tras el verano y es muy posible que no nos pille preparados, ya que, de cara a las vacaciones estivales, todos nos centramos en el buen tiempo, las vacaciones, campamentos, descansos, viajes… Casi nunca nos paramos a pensar que la muerte forma parte de la vida, hasta que nos encontramos en esa situación y sin saber qué hacer, lo que añadirá mucho estrés.

Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores  en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.

También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

www.fundacionmlc.org.

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