Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC
En este artículo continuamos con la exposición de los nueve eneatipos de la personalidad que comprende la teoría del eneagrama. Como ya hemos explicado anteriormente, el eneagrama es un sistema descriptivo de la formación del carácter basado en las etapas de desarrollo evolutivo del niño, así como en las fijaciones-bloqueos que se producen en ellas como consecuencia de los fallos en la vinculación con las figuras de referencia.
El eneatipo 5 (E5) queda fijado en la etapa pre-oral del desarrollo. La persona con E5 siente invasión, abandono o deprivación en su infancia, a causa probablemente de alguna de estas circunstancias:
- Hospitalismo: el niño tiene que ser hospitalizado y el tratamiento de su enfermedad implica dolor físico, del cual no puede protegerle su madre.
- La madre o figura de referencia está furiosa por algún aspecto de su vida que no tiene que ver con su amor al niño. Sin embargo, éste va a percibir la tensión de su enfado como una amenaza.
- Situación de escasez de espacio, pertenecer a una familia numerosa.
El niño interpreta la invasión, el contacto con los otros, como una amenaza para su vida y se aleja de su necesidad de ser amado (“cuanto menos necesite, menos contacto con la amenaza”). Mantendrá a lo largo de su crecimiento el miedo a necesitar.
Los tres patrones de conducta del eneatipo 5
A partir de esta situación en la infancia, la persona con E5 desarrollará tres posibles patrones de conducta:
- Evitan las relaciones. Organizan su vida sobre la premisa de no necesitar a los demás y ahorran sus propios recursos. Disminuyen sus necesidades y deseos, porque para ellos desear significa depender.
- Buscan un súper-sentido de la vida. Ideales sobrehumanos. Buscan lo esencial, lo sublime… y menosprecian la vida ordinaria y a las personas comunes. Olvidan al otro, no les interesa, así no lo necesitan. Tienden a la vanidad.
- Busca la intimidad que no tuvo. Tienen pocas relaciones pero muy intensas, con demasiadas expectativas, comunicación transparente. “Soledad o intimidad a dos”. Carácter romántico.
Cómo afronta el duelo el E5 que evita las relaciones
Las personas con E5 que desarrollaron el patrón de conducta de evitar las relaciones tenderán a aislarse durante el duelo. Su dolor estará implícito, y tendrán dificultades para expresarlo y hacerse entender porque no disponen de conceptos o lenguaje para identificar y mostrar sus emociones, ni confían en los vínculos para compartirlas. Estarán más en conexión con sus ideas. Si deciden ir a terapia, seguramente les va a beneficiar.
La primera tarea para elaborar su duelo irá encaminada a que sean generosos consigo mismos: que aprendan a identificar sus emociones y a expresarlas directamente con claridad, y en voz más alta de lo habitual en ellos. El individuo con E5 también tendrá que desarrollar habilidades para combatir su temor a la intrusión; gestionar su enfado, desarrollando asertividad; tomar conciencia del uso que hace del olvido, la falta de atención, el silencio cómo forma de agresión; descubrir que retirarse de la gente es su manera de luchar.
Cómo ayuda la terapia de duelo al eneatipo 5
En terapia podrá tomar conciencia de su hipersensibilidad, derivada del dolor de la soledad no reconocida. Esa soledad con la que evita la frustración, sin embargo, empobrece su vida afectiva y le hace sentir débil y vulnerable. Tendrá que permitirse pedir apoyo, saliendo de su excesiva autonomía; reconciliarse con su instinto, experimentar alegría y júbilo sin la obsesión de controlarlo. Comprenderá que, cuando ofrezca algo en el tejido de las relaciones, también obtendrá algo a cambio.
En el próximo artículo analizaremos cómo afrontan el duelo los individuos con E5 que desarrollan los otros dos tipos de conducta que hemos mencionado. Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web: