Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC
En este artículo seguimos analizando la influencia que ejerce cada uno de los nueve eneatipos de la personalidad que contempla la Teoría del Eneagrama en el proceso de duelo por la muerte de un ser querido.
En anteriores posts os explicamos que el eneagrama es un sistema descriptivo de la formación del carácter, basado en las fases de desarrollo evolutivo del niño y en las fijaciones-bloqueos que se producen en estas etapas, como consecuencia de los fallos en la vinculación con las figuras de referencia.
El eneatipo 6 (E6) queda fijado en la etapa fálica del desarrollo. Durante este periodo, el niño necesita distanciarse de la madre, romper la simbiosis de la etapa oral. Y empieza a ser importante la familia más amplia y la escolarización. La figura del padre, o quien ejerza esa función, es importante para este momento de socialización.
Características de las personas con eneatipo 6
Generalmente, durante la infancia del E6, la figura que ejerce la función de padre es autoritario, o ausente-arbitrario, y no permite al niño expresar sus propias necesidades ni reconoce sus logros. Así, el niño acaba dependiendo de los deseos de la figura de referencia y renuncia a sus propios impulsos con el fin de ser aceptado.
Haciéndose “bueno” apacigua su inseguridad, miedo al rechazo y la culpa de sentirse “malo” si no satisface las expectativas del progenitor. Por imposición, satisface los deseos del progenitor (esto mismo le sucede al E3, pero por seducción del progenitor, en lugar de por imposición).
Mantiene en su crecimiento un estado de alerta y miedo, adaptándose a los deseos del otro, insatisfecho por no satisfacer sus propios deseos, de los que se aleja hasta dudar de ellos y por lo tanto de su propia identidad.
Patrones de conducta del adulto con eneatipo 6
A partir de esta situación que hemos explicado en la infancia, la persona con E6 desarrollará tres posibles patrones de conducta al alcanzar la edad adulta:
- Busca protección, calidez, afecto, alianza frente al enemigo. Paralizado, necesita estar junto a alguien que lo defienda. Edulcora la confrontación.
- Se apoyan en una ideología, se fanatizan (“Dime cuál es la verdad, dame una bandera y la sigo”). Tienen miedo a equivocarse, necesitan un código de lo correcto y lo incorrecto. Son estrictos en el cumplimiento del deber, ajustándose a los puntos de referencia.
- Se sienten débiles, no lo aceptan y asume la fuerza como protección. La fuerza es un medio para no tener miedo, pero se convierte en un fin, siempre luchando.
Cómo reaccionarán en el duelo los E6 que buscan protección
Los E6 que desarrollaron el patrón de conducta de buscar protección, durante el duelo sentirán mucho miedo y tendrán expectativas catastróficas, se volverán algo infantiles, rehuirán situaciones de responsabilidad y tenderán a la evitación.
Si deciden ir a terapia, les puede beneficiar:
- Aprender a conectar con sus verdaderas decisiones, sin suprimirlas internamente mediante la duda y la culpa de ser malo si no satisface al otro, y por su miedo al castigo y su necesidad de sentirse seguro. Necesita encontrar el placer de ser como es, adquiriendo la confianza de que no se está autoengañando.
- Aprender a escuchar las sensaciones paralizantes de su cuerpo, procesar y movilizar para poder salir de la intelectualización, duda, culpa, etc.
- Atreverse al conflicto, descubrir su enfado, su rabia, sostenerla y expresarla. Aceptar el amor y el enojo como partes vivas de las relaciones.
- Darse cuenta del uso que hace de la ingenuidad, de su posición débil e inocente como defensa, por temor al castigo.
En el próximo artículo seguiremos analizando los rasgos que caracterizan a las personas con eneatipo 6 y cómo les influyen los otros dos posibles patrones de conducta a la hora de afrontar el duelo. Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web: