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Cómo ayudar a los adolescentes en duelo

Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC

 

© MalagónSon muchas las personas que nos consultan sobre cómo abordar a los adolescentes y tratar con ellos el tema del duelo y la muerte. Entre todos ellos, hay una preocupación que se repite especialmente: qué hacer cuando un adolescente pierde una persona importante en su vida, ya sea un amigo, un progenitor, un abuelo, un hermano o un profesor significativo.

En este artículo vamos a intentar abordar, de manera general, algunas guías claras para tratar el duelo en los adolescentes.

El duelo y la inseguridad adolescente

En primer lugar, hay que tener en cuenta el momento evolutivo en el que se encuentran: los adolescentes sufren un montón de transformaciones durante este periodo, no se trata únicamente de un proceso hormonal duro -al que quitamos importancia-, sino de grandes cambios físicos y cognitivos durante los cuales tiene que crearse una imagen adecuada de su cuerpo y del mundo.

Si a esto le unimos un duelo por alguien significativo, que era fuente de seguridad para él, es probable que el adolescente vea cómo su mundo en construcción se tambalea y su supuesta seguridad caerá unos peldaños, mientras intenta aparentar una falsa normalidad. Dos máximas en el pensamiento adolescente son: “Yo puedo con todo” y “Aquí no pasa nada, todo está bien”. Así que hay que estar prevenido ante estas actitudes. No es que no les duela, sino que simplemente en ese momento no pueden ni quieren manejar ese dolor.

La búsqueda de autonomía

El adolescente se encuentra en un proceso de búsqueda de independencia y autonomía, de modo que es normal que busque ser lo opuesto a sus padres y a los adultos que le rodean. En cierto modo busca independencia y, por otro lado, dejar huella. Esta búsqueda de autonomía implica en muchos casos que se establezcan malas relaciones entre los adolescentes y las figuras significativas que les rodean: se saltan los límites, las normas, tienen conductas inadecuadas, se enfadan con sus amigos, cambian sus prioridades.

Si en ese momento tiene lugar la pérdida de un ser querido, es posible que el adolescente interprete que esa persona fallecida no sabía el cariño real que le tenía y se quedará con esos momentos malos; es decir, el adolescente puede polarizar su pensamiento y creer que son más significativos los malos momentos que toda la gama de buenos momentos vividos, que normalmente pasan a un segundo plano.

La importancia del grupo para el adolescente

El grupo es importante, desde dos puntos de vista diferentes. Una de las quejas habituales de los adultos que conviven con los adolescentes es la incomunicación que perciben. Sin embargo, esto es algo común: los adolescentes hablan de sus cosas con sus amigos, así que es normal que decidan compartir sus sentimientos con sus iguales y no expresen su tristeza o dolor con los adultos, ya que se sienten más comprendidos por sus pares.

Por otro lado, el adolescente no quiere ser el diferente, “el raro”, y la muerte los hace distintos a sus iguales, los hace más vulnerables y frágiles, así que no debemos sorprendernos si muestran un comportamiento de aparente normalidad: no quiere decir que no les duela, sino que no quieren significarse, ni ser diferentes.

El silencio como protección ante el dolor

El adolescente suele ser inexpresivo. Esto no debe preocuparnos, ya que se protegen de las emociones de este modo: intentan no expresar e incluso amoldan sus sentimientos, así que no hay que tacharlos de insensibles si, por ejemplo, están en el tanatorio rodeados de sus amigos, fuera, o incluso riéndose. Esto tiene que ver con la apariencia de normalidad que comentábamos antes y con la necesidad de protegerse del dolor.

A menudo también se trata de proteger a los demás de su dolor, pues creen que si no lo expresan, el adulto doliente va a estar mejor que si ellos añaden su pena a la suya: intentan proteger al adulto de una preocupación más. Es conveniente que les demos un espacio propio para expresar ese dolor del modo que sea. A menudo ellos se expresan mejor a través de la música, de escritos, dibujos, etc.

Escuchar al adolescente, pero sin agobiarle

Una de las tareas más complicadas para los adultos es no agobiar al adolescente. En general para sus allegados suele ser difícil, primero porque están preocupados, quieren que esté bien, que recupere su normalidad y muchas otras cosas.

Por este motivo, los adultos tendemos a asediarles con preguntas como: “¿Estás bien?”, “¿Necesitas algo?”, “¿Te gusta así?”, “¿Cómo te encuentras hoy?”, “¿No se te ha pasado aún?” y otras mil preguntas relacionadas con su cuidado, con el que a menudo no estamos familiarizados, ya que no hemos vivido una experiencia como ésta antes. Por ello, hay que tener cuidado para que no se produzca un distanciamiento y un bloqueo por “atosigar” al menor.

Cómo actuar ante un adolescente en duelo

Aunque las peculiaridades del adolescente en duelo son muchas, a la hora de indicar los consejos más significativos para atenderle, señalaríamos como prioritario dejarle su espacio, sin atosigarle, manteniéndonos cerca por si nos necesita, y propiciar medios de expresión alternativos. Hay que tratarle con mucha paciencia ante sus actitudes adolescentes y con comprensión, porque, aunque parezcan insensibles, les duele tanto o más que a los adultos que forman parte de su vida.

Es normal que estén enfadados por la muerte del ser querido y lo paguen en el ámbito familiar, así que hay que ser tolerantes. Aunque intentan aparentar normalidad, aún son niños frágiles que luchan por hacerse un hueco en el mundo adulto y se protegen con actitudes que suelen desesperar a los mayores.

Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores  en vuestro centro educativo (a través de este proyecto)  o consultar  nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.

También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

www.fundacionmlc.org.

 

1 comments


  1. Y sobre todo no dudemos en hablar con claridad sobre el tema y siempre mostrarnos dispuestos a escucharlos y responder sus dudas.

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