Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
La muerte de un ser querido nunca es un episodio fácil de superar, pero a veces nos encontramos ante situaciones algo complicadas de afrontar tras el fallecimiento de un progenitor, especialmente a medida que los hijos comunes crecen. Se trata de situaciones que no habíamos previsto, o que al menos no habíamos planificado de la misma manera.
Aunque en lo relativo al nivel educativo y a la inteligencia emocional vamos evolucionando muy rápido, durante la adolescencia existen situaciones que pueden desbordar a una madre o a un padre que, a veces sí y otras no, también está sumido en un duelo y en la reorganización familiar.
La pérdida y los adolescentes
Estas son algunas situaciones que seguramente os resultarán familiares:
La llegada de la regla en las chicas es un tema que tanto padres como madres dominan. Sin embargo, en general las menores suelen sentirse más cómodas hablándolo con sus madres, confían en su experiencia y, si requieren ayuda, es más sencillo recibirla de quien ha tenido la experiencia.
Por eso, si la persona fallecida es la mamá, para el padre puede suponer un problema comprar compresas o tampones, lavar la ropa interior si se ha ensuciado, ayudarles a ponerse el primer tampón, gestionar la regla en verano, enseñar a usar la copa menstrual… Todos estos aspectos se pueden convertir en un reto para los varones del hogar. Aunque muchos padres lo solventan de maravilla, otros pueden necesitar la ayuda de otras mujeres de la familia.
En los chicos, la primera polución nocturna y las siguientes son un tema que se aborda más fácilmente con los progenitores varones. Faltan pequeños trucos que a veces las mujeres de la familia se pierden. En general, los chicos suelen mostrarse avergonzados ante este tema y prefieren hablarlo con el progenitor que ha pasado por la misma experiencia que ellos.
La educación sexual de los hijos
Abordar con los adolescentes los temas relacionados con la educación sexual ya genera cierto pudor en ellos, por eso puede volverse algo más complejo si se había planificado en pareja y finalmente tiene que abordarlo en solitario el progenitor superviviente.
Por otro lado, hay familias homoparentales que solventan con éxito la primera visita al ginecólogo en ausencia de la madre, también es cierto que lo común es que sea mamá la que acompañe a sus hijas. Si ésta ha fallecido, dicha visita suele retrasarse porque los padres no lo habían planificado así. Tampoco tienen ginecólogo de referencia y en ocasiones acaba recayendo en los médicos de Atención Primaria la tarea de concienciar a la menor sobre salud sexual y genital.
Otro tema es el inicio de las relaciones sexuales, que a veces los menores prefieren abordar con el progenitor del mismo sexo y así plantearle sus dudas. En el caso de que este progenitor haya fallecido, es posible que algunas de estas preguntas nunca salgan a la luz y prefieran buscar una solución por su cuenta.
Cómo abordar temas delicados con adolescentes
Aunque todas estas situaciones parezcan nimiedades frente a la pérdida de un progenitor, para los adolescentes son temas importantes, muchos resultan abrumadores a su llegada a la pubertad, ya que se trata de una etapa llena de cambios en ocasiones difíciles de asumir. Por eso, es importante decirles que pueden contar con nosotros para resolverlos, que siempre buscaremos quien nos ayude.
También es importante dejarles claro con quién vamos a contar: pueden ser tíos, tías, amigos, la madre o el padre de un compañero con el que tengamos confianza… Son momentos delicados en los que los adolescentes se sienten muy vulnerables y se agudiza la sensación de soledad o de injusticia por tener que aprender ciertas cosas sin el apoyo que habrían tenido si no hubiera fallecido ese progenitor. El hecho de no saber explicar a los adolescentes determinadas cosas no es un drama, porque no tenemos que saberlo todo. Ellos sólo deben saber que cuentan con nosotros y que buscaremos el modo de ayudarles cuando nuestra experiencia no alcance a cubrir sus necesidades.
Para saber más sobre la atención del duelo infantil, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web: