Sara Losantos, psicóloga de FMLC
Aunque el duelo sea una experiencia única con matices irrepetibles, a lo largo de nuestra experiencia laboral hemos encontrado una vivencia común a casi todos los dolientes.
Esta vivencia consiste en la dificultad que encuentran muchos de ellos en volver a disfrutar de las cosas o sentirse bien sin experimentar culpabilidad, tras la muerte del ser querido.
Los esquemas mentales y la elaboración del duelo
El duelo es una experiencia universal, que se ciñe a una cultura determinada y que se ve influenciado por el grupo -o grupos- al que pertenecemos, el cual representa el apoyo social. Así pues, el marco social en el que se enmarca la vivencia del duelo modela la experiencia.
Todos disponemos de esquemas mentales que nos ayudan a predecir cómo serán nuestros acontecimientos vitales más importantes. De hecho, todos tenemos una idea preconcebida de cómo son las bodas, cómo son los nacimientos y, también, de cómo es el duelo, cuánto dura, cuánto duele… todo ello sin necesidad de contar con una formación específica al respecto.
Falsas creencias que complican el duelo
Cuando participamos en los distintos ritos funerarios recibimos mensajes como, por ejemplo: “Mi tía perdió a un hijo y no se recuperó nunca”, o “El tiempo lo cura todo”, etc. Son mensajes que, junto a otros muchos, vamos incorporando a nuestro esquema sobre el duelo, que nos sirve de primera guía cuando atravesamos el duelo por primera vez.
Y ahí viene el principal problema, porque estos mensajes proceden de experiencias únicas y, como ya hemos dicho en otras ocasiones, en el duelo no existen normas universales, sino tan sólo generales. Tratar de ponerle coto al dolor o normativizarlo puede complicar el proceso, alargándolo o intensificándolo.
El dilema emocional de las personas en duelo
De lo explicado anteriormente, concluimos que el doliente se encuentra luchando entre dos necesidades:
- • La de no sufrir, porque de forma innata el ser humano se acerca a lo que le produce placer y se aleja de lo que le produce displacer.
- • La de llevar a término un duelo “digno”, conforme a lo que se espera de nosotros.
En ocasiones, nuestros pacientes sufren mucho por la tensión tan fuerte que les produce esta lucha. Temen no estar honrando a su ser querido, les da miedo decepcionar las expectativas sociales que se esperan de ellos como dolientes, así que tratan de ser discretos y sufren por estar empezando a sentirse mejor. En definitiva: se sienten culpables por elaborar el duelo.
Entre los principales temores que dificultan este proceso, está la idea de que superar un duelo implica olvidar a sus seres queridos. Por eso, informarles de lo que significa terminar el proceso de duelo y responder a sus temores puede ayudar a clarificar el proceso. En ningún caso elaborar el duelo significa olvidar a nuestros seres queridos, sino que el dolor empieza a ser cada día menos intenso y podemos volver a conectarnos con la vida.
Sentir culpa por volver a ser feliz tras un duelo
Es diferente el caso de quienes, de algún modo, se sienten responsables de la muerte de su ser querido y tratan de expiar su culpa a través del dolor. En estos casos, detrás del sentimiento de culpa suele estar el intento de recuperar el control sobre la vida que la muerte nos arrebata. La culpa sirve para hacernos sentir que tenemos poder sobre la muerte, porque creemos que podríamos haberlo evitado. Sin embargo, la muerte es una realidad frente a la que no tenemos ningún poder: es inevitable.
En ocasiones la culpa nos sirve para dar una explicación o respuesta a preguntas que no podemos responder. Tener una historia que nos permita explicar lo que ha ocurrido nos ayuda a darle un sentido y a asimilarlo. En muchos casos, exponer esto es terapéutico en sí mismo y alivia. En otros, trabajar la culpa llevará más tiempo, pero en cualquier caso es un aspecto fundamental que hay que trabajar, ya que, como dijo Cicerón: “Gran descanso es estar libre de culpa”.
Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda gratuita, no dude en consultar nuestra página web: www. fundacionmlc.org
Manejo del Duelo
La culpa es un sentimiento que surge en distintos momentos de duelo, lo importante es reflexionar sobre ella y saber pedir ayuda en caso de no poder superarla.
maria filia
Mi hijo de 26 años fallecio hace 13 meses de cancer fue muy dolorosa su partida porque iba muy bien y se fue repentinamente yno logro superar mi duelo
consuelo manco cifuentes
Mi hijo y su padre murieron hace un año y me encuentro en este momento muy baja de animo, muchisimo mi vida cambio totalmente, me aleje de todo y de todos, estuve con terapias, pensé que lo habia superado un poco pero me encuentro fatal.
FMLC
Querida Consuelo:
Tendrías que concretar qué es “fatal” para ti. A veces, aún habiendo trabajado mucho en terapia, quedan aspectos que no se han resuelto por completo. En cualquier caso,tuviste dos pérdidas muy importantes y hace falta tiempo para asimilar todo lo que supone el proceso de duelo. Un año no es demasiado tiempo, la terapia seguramente te habrá ayudado mucho, pero además de la terapia necesitas que pase algo más de tiempo, tal vez lo más oportuno sería que acudieras a un especialista en duelo que pueda valorar si esto es una recaída o si forma parte de un proceso normal.
Un saludo,
Sara Losantos
Psicóloga FMLC
FMLC
Querida María:
Parece que no estabas preparada para la muerte de tu hijo, que te pilló en cierto modo por sorpresa. Eso hace que sea más difícil de asimilar y de gestionar. Trece meses no es un período excesivo para elaborar un duelo, si sientes que la intensidad de tu dolor es demasiada o que el proceso se está bloqueando de alguna manera, puedes acudir a un profesional cerca de tu domicilio que valore si necesitas algo de ayuda para guiar tu proceso de duelo.
Un saludo,
Sara Losantos
Psicóloga FMLC