Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
¿Cómo se lo digo? ¿Qué le digo? ¿Le afectará mucho? ¿Le traumatizará? Éstas son algunas de las dudas que pueden surgir a la hora de comunicarle a un niño la primera muerte significativa en su entorno, además de ciertos sentimientos de temor acerca del impacto que producirá esta noticia en el menor.
A la hora de explicarle una muerte a un niño, nos suele preocupar mucho las reacciones que pueda tener. A menudo anticipamos unas reacciones que suelen ser propias de los adultos y nos olvidamos de que los niños asumen esta realidad con mucha más naturalidad que nosotros.
Cómo decirle a un niño que alguien ha fallecido
Los niños, al igual que los adultos, necesitan respuestas y saber. Ya sabemos que, cuando son pequeños, lo preguntan todo sin importarles que las preguntas sean pertinentes o, por el contrario, estén fuera de lugar. Y si el tema de la muerte nos resulta complicado y doloroso a los adultos, no hay que perder de vista que para el niño forma parte del proceso de crecer y del saber, por ello es importante responder del mejor modo posible a sus preguntas.
Ya aclaramos antes que, aunque no existe un instante idóneo para comunicar la muerte, sí hay algunas orientaciones que nos pueden poner en la pista de cuándo es el mejor momento. Veamos ahora algunos detalles que nos ayudarán en el cómo.
Qué pautas seguir para comunicar una muerte a un niño
– Hay que elegir un momento de intimidad. El niño necesita su protagonismo. Es cierto que, con todo lo que supone la muerte, a veces ese momento íntimo es complicado de encontrar, pero es necesario buscarlo para que así el niño se sienta parte del proceso y tenga la posibilidad de hacer las preguntas que necesite y expresar sus dudas y temores.
– La persona que se lo comunique debe de ser cercana. Lo mejor es que sea uno de los progenitores. Si esto no fuera posible, que lo haga una persona con la que el niño tenga un vínculo especial, de modo que se sienta atendido y querido.
– Hay que estar tranquilo, pero sin inhibir las emociones. En estas circunstancias, es natural que nos emocionemos y es bueno que los niños sepan que las emociones son válidas y se pueden expresar. Solo hay una excepción a esta regla: si la persona que va a comunicar la muerte al niño tiene una emoción muy intensa o desproporcionada, es mejor que elijamos a una persona más neutra de nuestro entorno para explicarle al niño lo relativo a la muerte.
– Contestaremos a las preguntas que nos haga. Es normal que el niño quiera saber los detalles relativos a la muerte, así que es de gran importancia contestar con la mayor sinceridad y naturalidad a lo que quiera saber, por morboso que nos parezca. Podemos aplazar las respuestas que no sepamos, o decirle que tampoco conocemos la respuesta.
– No hace falta darle toda la información de golpe. Se puede hacer de manera gradual.
Qué es importante explicar a los niños cuando alguien fallece
En principio, los niños necesitan que respondamos a varias cuestiones básicas sobre la muerte:
- • La universalidad: La muerte es algo que nos ocurre a todos.
- • La irreversibilidad: Quien se muere no vuelve a vivir.
- • La causalidad: Se produce porque hay una interrupción de las funciones vitales.
- • El porqué: El menor tiene que saber las causas de la muerte del ser querido.
– Es normal que los niños piensen que tienen responsabilidad en la muerte de alguien cercano, bien porque son muy egocéntricos o porque es normal que en toda relación surjan conflictos que pueden generarles remordimientos. Por ello, en este caso es muy importante aclararles la no responsabilidad en la muerte.
– Dejaremos que el niño exprese los sentimientos que quiera. Recordemos que no hay sentimientos buenos ni malos, así que si no los quiere expresar en ese momento, podemos decirles cómo nos sentimos nosotros y que, cuando quieran hablar, estaremos disponibles.
– No temamos herir al niño o provocarle algún tipo de trauma. Normalmente los niños viven la muerte de manera más natural que los adultos, tienen experiencias en las películas, la naturaleza, los cuentos, etc. A menudo si se impactan suele ser porque nosotros, como adultos, nos impactamos igualmente y en general les contagiamos esos sentimientos.
Recursos y guías sobre el duelo infantil
Éstas son sólo algunas pinceladas sobre la atención a los menores en duelo, que esperamos que os sirvan de ayuda. Sabemos que cada caso es único y, por eso, os dejamos abierta la puerta a preguntas y posibles debates sobre este tema, para ofreceros la información que necesitéis y así poder atender cada caso de manera individualizada.
Para saber más sobre el duelo infantil os recomendamos la lectura del manual “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad. También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:
patricia tagliavia de yanez
Excelente material. Breve y claro. Muchas gracias!