David Oslé, psicólogo infanto-juvenil de FMLC
Una característica que tienen en común la mayoría de los duelos es la dificultad que tiene el entorno para apoyar y ayudar a los niños o adolescentes que han perdido a un ser querido.
Esto se debe a que a menudo nos cuesta sobrellevar el sufrimiento ajeno, porque nos resulta desagradable y porque pensamos erróneamente que la mejor forma de ayudar al doliente es animándole o distrayéndole, cuando esto sólo funciona en contadas ocasiones.
Este artículo va dirigido a aquellos jóvenes y adolescentes que no saben muy bien qué hacer para ayudar a un amigo o amiga que ha sufrido una muerte cercana. Como paso previo, podéis revisar el post anterior en el que comentamos las frases que no es recomendable decirle a alguien que está en un proceso de duelo.
Cuando un adolescente tiene un amigo o amiga que ha sufrido la pérdida de un ser querido cercano, surge la duda: ¿Qué puedo hacer yo para que se sienta mejor? Estas son algunas opciones.
Permitir la expresión emocional del adolescente en duelo
No cortarle con frases como “piensa en otra cosa”. A menudo no sabemos qué hacer cuando una persona que queremos expresa sus emociones, en especial cuando éstas le causan dolor.
Normalmente tendemos a cortar la expresión emocional: decimos cosas como “No llores”, “Tranquilo/a”, “No pienses en eso”, “Anímate”, “Vamos a distraerte”, etc. Pero en el duelo en particular (y en la vida en general) este tipo de frases ayuda más a quienes rodeamos al amigo o amiga en duelo que a él o ella.
En realidad, lo que necesita de verdad es sacar esa emoción del cuerpo y lo que podemos hacer es estar a su lado mientras lo hace. Es decir, si empieza a llorar, no debemos cortarle, ni animarle, debemos dejar que llore. Y mientras llora, ¿nosotros qué hacemos? Esa pregunta nos lleva al siguiente apartado.
Acompañar al amigo en duelo
Como amigos, hemos de acompañar de dos modos distintos. El primero es acompañar de un modo literal: si existe la posibilidad de ir al tanatorio o al funeral, entierro o cualquier rito de despedida, es bueno acudir y mostrar apoyo. El simple hecho de acudir es una manera de decir: “Estamos aquí y no estás solo en esto”. Es duro ver a un amigo o amiga triste, sintiendo mucho dolor e incluso expresando sus emociones y normalmente no sabemos qué hacer cuando ocurre.
La segunda manera que tenemos de acompañar es en un sentido más metafórico: cuando nuestro amigo o amiga nos muestra lo que siente ya sabemos que no hemos de cortarle, pero además podemos:
- Darle un abrazo o cogerle la mano. El contacto físico es una manera de acompañar,
- Estar en silencio. Si nuestro amigo o amiga está llorando sin hablar, quizá no necesite que le digamos nada: el duelo no es algo que desaparezca con palabras y a menudo el silencio ayuda más que una frase hecha. Piénsalo así: una frase de ánimo la puede decir cualquiera, pero para aguantar en silencio al lado de una persona que llora hay que quererla mucho (aunque no siempre se puede, porque es duro).
- Preguntarle cómo se siente: si está triste, enfadado/a o siente miedo, o si quiere estar solo/a y sobre las cosas que le llevan a estar así, sin tratar de consolarle. Preguntar es una de las mejores formas de escuchar, lo que nos lleva al siguiente apartado.
Preguntar a un amigo en duelo cómo se siente
A menudo nos pasa que damos todo por sentado a nuestro alrededor: pensamos que todos los que nos rodean están bien porque no los vemos tristes o enfadados, damos por hecho que a todos les apetece hacer planes, o que todo el mundo está en plenas facultades. Pero no siempre es así y mucho menos cuando se ha sufrido una pérdida.
Por eso, si un amigo o amiga está en duelo, le ayuda que estemos pendientes de cómo se encuentra: podemos preguntarle de vez en cuando cómo lo lleva o cómo está. Si no le apetece hablar nos dirá que “bien” y en ese caso no conviene presionarle para hablar, simplemente le recordaremos que cuando quiera hacerlo, ahí estamos.
También podemos preguntarle si le apetece hacer algo o prefiere quedarse en su casa: durante el duelo, hay días mejores y días peores en que no apetece salir, días que invitan al recogimiento. Como amigos podemos invitarle a algún plan, pero si no le apetece, no le presionaremos para salir.
Dar tiempo a un amigo en duelo
O dicho de otra forma: esperar. Tu amigo o amiga necesita tiempo. Es importante hacerle saber que no hay ninguna prisa para que se recupere, que tú estás para acompañarle en los malos momentos y que estarás cuando su situación mejore. Hazte a la idea de que tu amigo o amiga no necesita que lo animes, los amigos también son un apoyo para pasar los malos momentos.
Para saber más sobre la atención del duelo infanto-juvenil, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web: