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El eneagrama y el duelo: El doliente con eneatipo 4

Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC

 

En este artículo continuamos con la exposición de los nueve eneatipos de la personalidad que contempla la Teoría del Eneagrama y las reacciones más comunes para afrontar el duelo. El eneagrama es un sistema descriptivo de la formación del carácter, basado en las etapas de desarrollo evolutivo del niño y en las fijaciones-bloqueos que se producen en estas fases, como consecuencia de los fallos en la vinculación con las figuras de referencia. En ese sentido, el eneatipo 4 queda fijado en la etapa oral del desarrollo.

Eneagrama tipo 4

Durante los primeros años de vida, el niño llora, es su manera de reclamar la atención del adulto que acudirá a satisfacer sus necesidades. En el caso de una persona con características de Eneatipo 4, esta satisfacción probablemente nunca ha llegado. La madre quizás ha proporcionado al niño cuidados de forma mecánica, pero sin suficiente contacto afectivo. El niño insatisfecho queda en relación de dependencia ambivalente con su cuidador (desea y odia lo que necesita).

Es posible que la madre o la persona que atiende al niño esté excesivamente ocupada en tareas domésticas o laborales. Probablemente se encuentre en un periodo depresivo de su vida, que le impide la entrega amorosa al niño. El menor interpreta esta falta de afecto como una carencia propia: sufre por esta carencia, se entristece, se enfada y desea lo que tienen los demás, percibiéndolo como algo que le ha sido negado.

A partir de esta situación, en la infancia el E4 desarrollará tres posibles patrones de conducta:

1º- Se esfuerzan para conseguir atención, pero convierten su autoexigencia en el objetivo, olvidando lo que les impulsó a esforzarse (recibir atención, amor, satisfacción y calma). No piden ni enseñan su dolor.

2º- Se victimizan y se muestran tristes. Demasiado tímidos para pedir, transforman el enfado en llanto. Piden a través del sufrimiento.

3º- Peleones, muestran su enojo abiertamente por lo que les faltó. Arrogantes y tendentes al odio. Son invasivos en sus relaciones, “porque el mundo me lo debe”, pero no se satisfacen con lo que reciben, son insaciables. Transforman el autorrechazo en desprecio al otro.

Características de una persona con eneatipo 4

Las personas con E4 generalmente son románticas, sensibles, creativas y con tendencias artísticas. Rechazan la rutina y la vulgaridad, son originales, expresivos, buscan la intensidad emocional y el dramatismo. Por otra parte, suelen tener una visión fatalista de la vida y tienden a vivir en el pasado.

Destaca su capacidad para ironizar y bromear sobre sus males propios, eso les convierte en personas divertidas y socialmente bien aceptadas, pero con tendencia a invadir los límites, no tener nunca suficiente por lo que pueden resultar también, temidos y molestos. No contactan adecuadamente con el placer ajeno, pero sí con el sufrimiento.

¿Cómo reacciona un eneatipo 4 en el duelo ante la pérdida de un ser querido?

1º Los que se esfuerzan:

Los E4 que desarrollaron el patrón de conducta de esforzarse para recibir, se pondrán complacientes en función de lo que otros necesiten, (ya sean sus hijos, su cónyuge…) olvidando sus propias necesidades y llevándose a sí mismos hasta el agotamiento, antes que contactar con su necesidad.

Si deciden ir a terapia, les va a beneficiar:

2º Los que se victimizan:

Aquellos con una conducta de victimización, tenderán a alargar excesivamente el sufrimiento durante el duelo. Es difícil para ellos sentir bienestar y se suelen comparar porque otros lo consiguen. Esto puede llevarles a sentir que son menos y peor.

La terapia podría ayudarles a:

  • Contener su adicción a la intensidad emocional, al sufrimiento. Un signo indicativo de mejoría podría ser la queja de que la vida es aburrida, porque han perdido la intensidad y el drama.
  • Aprenderán a valorarse y abandonar la actitud de comparación.
  • Necesitan darse cuenta del uso que hacen del sufrimiento, de que lo exhiben para no pedir directamente, induciendo culpa o castigo en el otro.

3º Los que pelean:

Los E4 que desarrollaron el patrón de conducta de pelear por lo que les faltó, en el proceso del duelo, van a estancarse en el enfado y la rabia, ocultando su dolor.

Si deciden ir a terapia, les va a beneficiar:

  • Aprenderán a dejar de transformar el dolor en odio y sus peticiones en exigencias. Aceptando y respetando los límites en la relación terapéutica y en todas sus relaciones.
  • Tomarán conciencia de su forma de relacionarse con dependencia ambivalente, desde la que ejercen el poder y se aseguran que el otro les necesite. Esto les ayudará a crear contentamiento con lo que la vida les da.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

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