Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
En ocasiones, hay personas de nuestro entorno, que con el afán de ayudar y confortar tras la muerte de un ser querido, lanzan mensajes erróneos hacia el doliente. Cuando estas frases van dirigidas a los niños, lejos de facilitar los procesos de duelo, pueden dificultar la expresión de las emociones que les ha producido esa pérdida. Si nos remontamos unos cuantos años atrás, a muchos nos sonarán frases típicas que hemos escuchado tanto en ambientes cotidianos como tras la muerte de un ser querido:
- “No llores, llorar es de chicas”.
- “Los hombres no lloran”.
- “Tienes que ser fuerte”.
- “No es para tanto”.
- “Si te ven triste se van a preocupar”.
- “Venga, ahora hay que ser fuerte”.
- “Te toca arrimar el hombro que ya eres un hombre”.
Y aunque cada vez sucede con menor frecuencia, todavía hay algunas pocas personas que cuando fallece un progenitor, envían a los chicos de la casa un mensaje de fortaleza o responsabilidad que va en la línea de las frases anteriores…
- “Tenéis que ser un gran apoyo”.
- “Ahora tienes que ser más responsable”.
- “Cuida mucho a…”.
- “Tienes que hacer que se sienta muy orgulloso”.
- “No puedes dar preocupaciones”.
Son frases que si las sacamos de contexto, todos nos llevaríamos las manos a la cabeza, pero que se dicen muchas veces en un intento de fortalecer a las familias. Buscan capacitar a esa familia tras la pérdida, para hacer que aquello que ha desaparecido se minimice y que el dolor se amortigüe.
En esencia, este estilo de comunicación no ayuda ni a las familias, ni a los niños. Hay dos motivos principales por los que debemos de desechar ese tipo de mensajes y frases: El primero, porque impiden a los niños y a las familias expresar sus sentimientos, parece que son más débiles o que harán daño a los que les rodean si lo hacen. En segundo lugar, les posiciona en tareas que no son propias de niños, ya que no son el hombre de la casa, ni un apoyo fundamental, ni tienen que crecer en responsabilidad. Aunque hagan esas cosas, siguen siendo niños o adolescentes con planes, pero en ningún caso, deben de ser el pilar fundamental en el que se apoya el progenitor superviviente.
Al emitir este tipo de mensajes, lo que el niño entiende es que algunas emociones es mejor no sacarlas ya que harán daño a la familia. Esto tiende a llevarles a aparentar una “falsa normalidad”, que es lo que interpreta que va a ayudar a la familia. Igualmente, también desarrolla una serie de actitudes sustitutivas que no estaban en su repertorio, porque es lo que los mayores esperan de él.
Frases para ayudar a un menor en duelo
Lo ideal sería que los mensajes que dirigimos a los niños tras la muerte de un progenitor vayan en la siguiente línea:
- “Es normal que te sientas mal, así que no te preocupes si lloras”.
- “Puede que nos veas a los adultos mal, pero no nos pasa nada malo, es que estamos tristes”.
- “Quizá te preocupe vernos así, es normal, lo echamos mucho de menos”.
- “No hace falta que te ocupes de esto, ya lo hago yo”.
- “Pase lo que pase, cuéntamelo; aunque creas que no estoy para esas cosas, sólo estoy triste, pero siempre quiero escucharte”.
- “Llorar no nos hace débiles, es el modo de expresar la tristeza”.
- “Es normal que estés triste y es normal que me preocupe por ti”.
Estas frases, o el uso de expresiones similares, hacen que los niños puedan manifestar su duelo de un modo más sano, ya que no es más débil el que llora, sino que es un modo de expresar tristeza, desesperación, miedo, incertidumbre. Si vamos en esta dirección, los niños podrán hacer un duelo más fácil y en el tiempo que les toca. A veces, es duro dar un mensaje cuando no hay nada que decir, o usar las palabras adecuadas. Sin embargo, os animamos a consultar si tenéis dudas y trataremos de orientaros.
Recursos para atender el duelo infantil
Para saber más sobre la atención del duelo infantil, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web: