Sara Losantos, psicóloga de FMLC
El fracaso terapéutico es algo que ha inquietado siempre a los expertos. Hay numerosos estudios que indagan sobre los elementos que diferencian una terapia exitosa de una que no lo es.
Hoy quiero reflexionar con vosotros sobre el fracaso terapéutico en el duelo, pero lo haré en un tono coloquial, centrado en mi experiencia clínica. Quizás sea uno de los mayores aprendizajes que he hecho a lo largo de mi carrera profesional.
Por un lado, sabemos que el porcentaje de fracaso terapéutico en terapia de duelo es bajo. Pero, ¿hay algo que podamos hacer los psicólogos o los pacientes para reducirlo aún más?
Un número muy elevado de casos de duelo van a resolverse de manera casi espontánea, sin ayuda terapéutica, o con una intervención muy baja o de duración limitada. Estamos hablando de casi el 90 por ciento de los casos de personas que experimentan la pérdida de un ser querido.
En torno al 10 por ciento restante, tiene posibilidades de desarrollar un duelo complicado, que requerirá intervención terapéutica. De ese tanto por ciento que necesita intervención terapéutica, ¿qué elementos contribuyen a acercar el éxito terapéutico al 100 por 100? O, por decirlo de otra manera, ¿qué falla a veces?
Hay casos que a lo largo de la terapia se complican, se estancan, o se enquistan. Quiero usar en este punto una metáfora, que permite arrojar luz sobre este hecho. Imaginemos que el dolor de una persona cabe en una caja. Imaginemos también que el tamaño de las cajas de cada uno es diferente; por tanto, que todos los procesos de duelo son distintos entre sí. Con esta imagen, es fácil deducir que a mayor tamaño de la caja, esta requerirá un mayor esfuerzo por parte del conjunto experto-paciente.
¿Qué elementos componen ese esfuerzo?
Hay un elemento esencial: el deseo, la capacidad del paciente de progresar. Puede suceder que el paciente no pueda, o no quiera en ese momento, adentrarse en la terapia. Si no quiere, no podemos hacer nada que no sea respetar su ritmo y ofrecer trabajar más adelante; pero si no puede, podemos pasar a una intervención más compleja.
¿Qué limita el progreso de un paciente en terapia de duelo?
- Puede suceder que a base de esforzarse sin conseguir superar el duelo, se haya desgastado y haya entrado en un proceso depresivo por haber mantenido un esfuerzo continuado en el tiempo. En ese caso, es aconsejable coordinarse con algún médico psiquiatra que permita regular este aspecto con medicación, porque si existe un proceso depresivo de base o concomitante, no nos va a permitir avanzar en la terapia antes de resolverlo.
- Es posible que al hacer la caja tan grande, la terapia requiera más tiempo. En cuyo caso, debemos alimentar la esperanza mientras el proceso sigue su curso y explicar al paciente que a veces hay procesos que duran más que otros.
- En un tercer supuesto, es posible que exista algún elemento traumático. Si nos encontramos ante esta situación, necesitaremos trabajar específicamente el trauma; ya sea con terapia convencional o con herramientas más concretas, tratando de ampliar poco a poco el umbral de tolerancia, para que el paciente pueda ir procesando la parte traumática.
Consejos para favorecer el éxito terapéutico en el duelo
En cualquiera de estos supuestos, lo que siempre contribuye a avanzar en las terapias de duelo es conseguir generar una conexión entre el experto y el paciente. Un buen vínculo puede ayudar a vencer los obstáculos. Un buen vínculo puede hacer que un paciente se sienta más motivado a la hora de trabajar, puede conseguir que siga nuestros consejos a la hora de contactar con otro profesional que regule la parte más médica. Incluso puede facilitar el trabajo del trauma, porque es posible que ese lazo de unión le haga sentirse seguro y aporte confianza al paciente a la hora de revivir el trauma.
Cada uno de nosotros tiene la obligación de encontrar el modo de forjar un vínculo con cada uno de sus pacientes. No hay forma de explicarlo que no sea abstracta o teórica, cada experto debe sentirlo y alinearse con sus pacientes porque somos humanos y nos vinculamos desde nuestra humanidad y esa, probablemente, sea la herramienta más poderosa del mundo.
Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web: