Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
Sois muchos los padres que, tras haber experimentado la pérdida de un familiar, nos expresáis vuestras dudas sobre si las emociones y comportamientos de vuestros hijos son normales o debéis alarmaros y estar pendientes.
En este artículo vamos a tratar de responder a esa inquietud de la forma más completa posible, para que podáis decidir si lo que viven es normal o puede ser preocupante.
Síntomas a los que prestar atención
Cuando en la vida de un niño tiene lugar un fallecimiento significativo, es habitual que el menor manifieste una amplia gama de conductas, síntomas o comportamientos que, lejos de preocuparnos, debemos considerar normales. Estos son algunos ejemplos:
- – Miedos: A dormir solos, a apagar la luz, a quedarse solos en casa…
- – Problemas relacionados con el sueño: Ya sea para conciliarlo o para mantenerlo. También podemos encontrarnos pesadillas relacionadas con la muerte o con morir.
- – Bajada del rendimiento académico: Puede darse una bajada en las notas o del rendimiento en niños.
- – Problemas de concentración y de memoria: Son más propensos a olvidarse los deberes, a dejarse cuadernos o el material escolar. Se olvidan de apuntar en la agenda cosas relevantes, tienden a no recordar fechas significativas, etc.
- – Ansiedad de separación: Les cuesta separarse de otras figuras significativas por temor a que les pase algo mientras no están, sobre todo a los más pequeños.
- – Síntomas de ansiedad: Problemas estomacales, sudoración, respiración agitada…
- – Temor ante la propia muerte y la posibilidad de que mueran sus demás seres queridos.
- – Regresiones como volver a coger el chupete, requerir ayuda para vestirse, piden que les vuelvan a dar la comida en un biberón o que se la den, tienen problemas con el control de esfínteres…
- – Problemas de concentración y de memoria, especialmente en el aula. Pequeños errores en trabajos, exámenes, tienden a olvidar cosas que antes hubieran sabido sin problema.
- – Emociones disfóricas como tristeza, ira o enfado.
- – Alternancia emocional: Podemos encontrar que un niño con temperamento extremadamente triste que alterna con periodos de indiferencia. O, incluso, los alterna con momentos de extrema felicidad, como si nada hubiera pasado.
- – Conductas de comprobación muy parecidas a las del adulto. Se sientan a esperar en la puerta, no quieren comer esperando que sea el fallecido el que venga a darles la comida, etc.
- – Reticencia a incorporarse a sus actividades cotidianas.
- – Sentimientos y sensaciones de culpa.
Todos estos comportamientos son normales en los menores tras el fallecimiento de alguien significativo. Pero, aunque sea algo habitual y que no debe preocuparnos de manera significativa en niños, sí tenemos que atender especialmente a una consigna: La vida del niño no se ve interrumpida por el duelo en ninguna de sus áreas.
Cuándo acudir a un experto en duelo infantil
Esto quiere decir que, aunque experimente todos estos síntomas, el niño es capaz de reintegrarse a sus actividades, ir al colegio, participar en actividades sociales o de ocio, atender a las tareas escolares (con más o menos errores), pero ninguna de las áreas se ve bloqueada o congelada.
Sólo es momento de preocuparse si alguna de estas áreas se interrumpiera o se viera dañada. En el momento en que alguna de las áreas de la vida del niño se vea afectada o bloqueada significativamente por el duelo, es momento de acudir a un especialista o de empezar un tratamiento con el menor para que pierda el menor número de oportunidades de desarrollo.
Manual práctico de duelo infantil
Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web: