Aniversario del 11-M: ¿Cómo puede afectar al duelo de las familias de las víctimas?

Sara Losantos, Pilar Pastor y Patricia Díaz, psicólogas de FMLC

 

Durante las casi dos décadas que han pasado desde los atentados de Atocha, los familiares de las víctimas han tratado de aceptar lo ocurrido, superar su dolor y seguir viviendo. Sin embargo, el duelo por un ser querido, cuando la muerte ha tenido lugar en circunstancias traumáticas, puede presentar complicaciones que se intensifican ante los aniversarios.

Según el equipo de psicólogas de FMLC, cuando se acerca la conmemoración de algún momento importante para el doliente, como es la fecha de fallecimiento, es habitual que los familiares de las víctimas experimenten reacciones emocionales y recuerdos intensos.

Se trata de unos momentos muy duros y de gran carga emocional, pero en general estas reacciones son normales y no deben ser motivo de preocupación ni para los dolientes ni para su entorno. Sin embargo, en el caso de los duelos traumáticos como el del 11-M, estas sensaciones se agudizan por varios motivos:

• -En primer lugar, el hecho de que el fallecimiento del ser querido haya tenido un componente traumático intensifica la reacción de duelo, ya que a menudo se le une un trastorno de estrés postraumático que dificulta el proceso.

• -En segundo lugar, el hecho de ser un duelo colectivo implica un componente protector, ya que acompaña a las familias de las víctimas, legitima su dolor y hace que se sientan menos solas. Sin embargo, al mismo tiempo, las desprotege ante los numerosos homenajes, noticias y declaraciones de políticos, asociaciones, medios, etc., que reabren el proceso. Esto impide a los dolientes marcarse una agenda propia para vivir su duelo, ya que ésta se encuentra en manos de muchos actores a la vez.

Claves para facilitar el duelo de los afectados

En este contexto, se requiere de todos los actores sociales cierta delicadeza para poder compatibilizar los homenajes del 11-M con la necesidad de los afectados de vivir su duelo de forma privada, es decir: con la posibilidad de decidir cuándo se ha cerrado su proceso. Para ello, las psicólogas de FMLC recomiendan las siguientes pautas:

• -Al doliente. En el duelo, y especialmente cuando se trata de un duelo traumático, el ritmo de cada persona es fundamental. Es decir: no se puede forzar la recuperación en un proceso de duelo, ni intentar que vaya más lento o más rápido. El doliente debe escucharse a sí mismo y reconocer las necesidades que tiene, se correspondan o no con las de la sociedad. Hay que legitimar y respetar lo que cada doliente desee hacer en estas fechas, ya sea participar en homenajes colectivos o hacerlo de forma privada: pasar esos momentos solo o acompañado.

• -Al entorno del doliente. Durante estos días, los familiares, amigos, compañeros, etc. de la persona en duelo pueden intentar ofrecerle una dosis mayor de atención y de cariño. Así pueden ayudarle a afrontar las sensaciones y emociones que probablemente va a experimentar y que pueden llegar a abrumarle.

El papel de los medios de comunicación

La labor de los medios en la cobertura, conmemoración y apoyo a las víctimas del 11-M ha sido valiosísima. Más de una década después, pueden seguir ayudando a los afectados de una manera muy simple: filtrando las imágenes de la tragedia. Numerosos estudios han demostrado el enorme impacto que tienen estas imágenes en los supervivientes de los atentados y cómo pueden“retraumatizar” no sólo a las familias de los fallecidos, sino a cualquiera de nosotros. Limitar el alcance y contenido de las imágenes de los atentados es la mejor manera de informar y dar apoyo a las víctimas de la tragedia.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org