Sara Losantos, psicóloga de FMLC
Durante las sesiones de terapia, siempre decimos a nuestros pacientes que cada duelo es único, que cada uno tiene su propio ritmo a la hora de elaborarlo y que en ese proceso existen generalidades, pero no universalidades.
Sin embargo, a pesar de repetir esta idea en todas nuestras terapias, somos conscientes de que hay determinados aspectos o condiciones que resulta imprescindible que se den para que la terapia tenga éxito. Se trata de condiciones sin las cuales no puede darse una resolución del duelo. Nosotras consideramos que al menos existen cinco factores necesarios para garantizar el éxito del proceso, aunque somos conscientes de que pueden surgir discrepancias al respecto, tanto por parte de los dolientes como de los profesionales de la Psicología.
Factores imprescindibles para la terapia de duelo
Este listado de condiciones se basa en la observación basada en nuestro ejercicio de la terapia de duelo durante más de una década:
-
-
● Una relación terapéutica basada en el respeto y exenta de juicio. La relación entre paciente y terapeuta es curativa en sí misma. Debemos creer en las posibilidades reales de nuestros pacientes y esto implica creer que el ser humano es capaz de sobrevivir a la pérdida. Esta relación se basa en la confianza: si un paciente confía en nosotros, se defenderá menos, por lo que la terapia progresará más rápido. No existe la confianza sin el respeto. En el momento en que nuestro paciente sienta que puede ser juzgado, se protegerá. Perder su confianza implica perder el proceso. Y, en cualquier caso, sería una actitud paternalista por nuestra parte.
-
● Orientación al cambio. Esto se traduce en el deseo de estar mejor. Si no existe este deseo de estar mejor, de superar el dolor, la terapia no tiene ningún sentido. Este deseo no se puede forzar: se tiene o no se tiene. En ocasiones, el paciente necesita dolerse durante más tiempo, ya sea como forma de expiar su culpa o por algún otro motivo. Lo que es seguro es que, sin este deseo, no existe el cambio.
-
● Responsabilizarse del proceso personal. El duelo es un proceso repleto de microdecisiones que el doliente debe tomar: ir a terapia o no, documentarse o no sobre el duelo, hacer esfuerzos por reconectarse con la vida o no… El duelo es un proceso en el que el doliente tiene un papel muy activo. La resolución no depende del paso del tiempo, ni de que los demás se ocupen de nosotros, sino que depende de todo aquello que uno hace por sí mismo y que modula el duelo en un sentido o en otro, acortándolo o prolongándolo en el tiempo.
-
● Enfrentarse al dolor y tener la fortaleza de atravesarlo. No hay duelo sin dolor, tal y como indica el origen etimológico de la palabra “duelo” (dolus en latín). Si no vivimos ese dolor, si no lo aceptamos, o lo bloqueamos, o lo distraemos, entonces el duelo se perpetúa en el tiempo y se enquista. Pero, si lo integramos y le ponemos nombre, el duelo va disminuyendo su intensidad hasta que acaba por disolverse.
-
● Paciencia. Aunque hemos dicho que el tiempo no es lo que cura el duelo, es necesario un tiempo mínimo para realizar todas las tareas del duelo. Ese tiempo no es un tiempo determinado, pero es evidente que no puede resolverse en 15 días ni en un mes. A veces tenemos prisa por finalizar el duelo y la prisa juega en contra de su resolución, ya que puede hacer que tratemos de cerrar un proceso que no ha finalizado. Con razón dicen que “la paciencia es un árbol de raíces amargas, que tiene unos frutos muy dulces”.
-
Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda gratuita, no dude en consultar nuestra página web:
Rosalia
Hola, estoy saliendo con una persona que tuvo la perdida de su esposa hace mas de un año y no se como ayudarlo. Hace 8 dias me dijo que la extrañaba mucho y deje que se desahogada y pudo llorar y hoy me dice que después de ese día a estado muy mal que se destapo algo que tenía atorado. Necesito de su consejo, que debo hacer para ayudarlo?. Gracias
FMLC
Querida Rosalía:
En ocasiones el miedo que tenemos a sufrir, o la dificultad para gestionarlo en un momento puntual de nuestras vidas, hace que encapsulemos el duelo como si lo embotelláramos y lo encerrásemos en algún rincón remoto de nosotros mismos. Probablemente, la conversación que tuviste hace 8 meses con tu pareja detonara esas emociones que estaban escondidas y reprimidas. Ahora que están disponibles es el momento de trabajarlas. Mi recomendación es que tu pareja haga una terapia de duelo, en la que pueda hablar de todo aquello de lo que no ha hablado en estos años y todo lo que eso le hace sentir. Sólo poniéndole palabras al dolor podemos drenarlo.
Te deseo mucha suerte.
Un abrazo,
Sara Losantos
Psicóloga FMLC