Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
Hace poco se han cumplido doce años desde los atentados del 11-M en Madrid, una fecha en la que se han celebrado diversos actos conmemorativos en memoria de las víctimas de esta tragedia. En este contexto, no podemos dejar de reflexionar en torno a cómo han vivido los actos de homenaje aquellos niños que no tuvieron la suerte de conocer a ese familiar que viajaba en uno de los trenes atacados.
Es posible que, durante estos años, el resto de sus familiares les hayan transmitido a esos niños un recuerdo doloroso del fallecido. Por esta razón, cada familia tiene que hacer un esfuerzo y tirar de memoria, si sólo le transmitimos eso al niño, se quedará con un recuerdo muy pobre de ese ser querido.
Por eso, conviene hacer acopio de recuerdos y fotografías, eventos y situaciones que puedan ayudarle a forjar una imagen de cómo era el fallecido. Es importante que sepamos rescatar la personalidad de ese tío, ese padre, esa madre, hermano o abuelo que viajaba en los trenes, para que el niño sepa realmente a quién tiene que recordar.
Cómo explicarle al niño una pérdida dolorosa
Aunque es difícil, cuando le hablemos al niño de lo que pasó resulta conveniente ceñirse a los hechos: la persona murió por las lesiones que sufrió en el atentado. Evitemos decir “murió en el atentado” o “víctima de un atentado”, ya que hay muchas personas que sobrevivieron al mismo.
También es adecuado trasmitirle al menor que puede preguntar sobre este tema. Le explicaremos que para nosotros fue muy doloroso, que era una muerte que no esperábamos y que, aunque todas las personas mueren, no es lo habitual que suceda así. Haciendo eso conseguiremos que el niño crezca sin temor a ir en tren y que pueda resolver las dudas que tenga con respecto a ese familiar.
Le explicaremos que aunque a nosotros nos entristezca, es normal y que no tema preguntarnos, porque recordar al fallecido no nos hace daño y pensamos que es la mejor forma de que tenga un recuerdo real de esa persona.
La participación de los niños en ritos de despedida y homenajes
Si va a celebrarse un acto conmemorativo, un buen momento para que el niño participe –le preguntaremos antes si quiere ir- en un homenaje que sirva para recordar a las personas fallecidas y especialmente a su familiar. Podemos animarle a que participe de algún modo, con lo que quiera: una carta, un collage, una poesía, etc.
También es bueno hacer una mención especial a los niños que perdieron a familiares ese día. Es previsible que experimenten algunas reacciones de aniversario, tanto si han tenido espacio para el duelo, como si no lo han tenido debido a la exposición mediática.
En cualquier caso es conveniente revisar cómo están ahora, qué recuerdos tienen y, si es necesario, atender o darles un espacio para tratar ese duelo que, al ser mediático, les es recordado anualmente con homenajes que afectan a un gran número de ciudadanos.
Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web: