Sara Losantos, psicóloga de FMLC
Dice Joaquín Sabina en una de sus canciones: “…que no hay ser humano que le eche una mano, a quien no se quiere dejar ayudar…”. A menudo, ya sea en el contexto de una terapia o en los cursos de formación, recibimos consultas sobre qué se puede hacer por una persona en duelo que no quiere dejarse ayudar. Suele tratarse de alguien cercano a la persona que pregunta, o un conocido que por alguna razón es reacio a recibir apoyo externo.
Bajo esta petición puede haber, por parte de quienes preguntan, dos posibles motivaciones: podemos estar ante un interés genuino por proteger, confortar y aliviar a la persona que sufre; o, con frecuencia, se trata de un intento de compartir lo que a uno mismo le ha servido en su propia experiencia.
Por qué se rechaza la ayuda en duelo
Detrás de la motivación de la persona que no quiere recibir ayuda puede estar la creencia de que podrá resolver sola su duelo. Esta creencia se apoya en la evidencia de los datos estadísticos, según los cuales el 90% de las personas que atraviesan un duelo lo superará sin necesidad de recurrir a un tratamiento terapéutico.
Es posible que tengan una idea preconcebida, más o menos inconsciente, en torno al duelo y cómo debe vivirse. De hecho, todos tenemos una idea aproximada de cómo debe vivirse un duelo “honorable”. Bajo el rechazo de la ayuda también puede subyacer la idea de que el duelo debe durar más tiempo o ser más intenso. Otro de los motivos que puede estar detrás de este comportamiento es la necesidad de expiar una culpa real o imaginada.
Cada persona es responsable de su duelo
En cualquier caso, todas estas motivaciones y cualquier otra que hayamos podido omitir son legítimas, vengan de quien vengan. Tal es así, que el intento de obligar a alguien a recibir ayuda aunque no quiera puede considerarse una agresión. Cada persona tiene sus tiempos, y no es adecuado tratar de forzar la ayuda en terapia.
Por otro lado, el duelo es un proceso de toma de decisiones, por eso le corresponde al doliente tomar la decisión de recibir ayuda si considera que la necesita y también es decisión de cada uno decidir en qué momento quiere recibirla.
Concebimos a nuestros pacientes como personas libres y responsables de su propio proceso, y ésta es la base de toda terapia. No podemos hacernos responsables del proceso de ninguno de nuestros pacientes. Si ellos toman la decisión de no avanzar en el proceso de duelo, no hay nada ni nadie que pueda oponerse con éxito a esa elección.
No se puede obligar a nadie a recibir ayuda
La terapia de duelo es dura, implica atravesar el dolor que nos produce la muerte de un ser querido, por lo que debe ser cada doliente quien elija entre vivir con su dolor o tratar de rebajarlo. Promovemos la autonomía en terapia, así que no concebimos casos en los que alguien venga “obligado” por su psiquiatra o su familia.
De hecho, no admitimos en terapia a nadie que no esté plenamente convencido de asumir las consecuencias de iniciar una terapia de duelo. No estamos en contra de quienes animan a los dolientes a recibir ayuda profesional -a veces hace falta un empujoncito-, pero creemos firmemente que cada persona debe hacerse cargo de su propio proceso desde el principio
Respetar las decisiones del doliente
Alguien que no desee recibir ayuda tiene derecho a no recibirla. La mejor manera de ayudar a una persona que se encuentran en duelo es respetar sus decisiones y su ritmo, acompañarla en su dolor. A veces, el hecho de que las personas cercanas sean testigos del dolor ajeno sin intervenir tiene un efecto más poderoso sobre el doliente que cualquier otra terapia; ser escuchado funciona mejor que un psicofármaco. El ser humano es más resistente de lo que a simple vista puede parecer.
El duelo es un proceso que implica una revisión profunda de los valores y creencias de cada persona, y el doliente necesita confiar en la gente que le rodea. El duelo es un proceso de volver a confiar en el mundo y en la vida, como decía Wallace Stevens “La confianza no viene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas”.
Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda gratuita, no dude en consultar nuestra página web: